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lunes, 9 de diciembre de 2013

El entrenamiento



Su entrenamiento, que era realista hasta puntos ciertamente extremos, tomaba en consideración cualquier tipo de circunstancia adversa que pudiera darse en una misión real. Existían ciertos practicantes que estudiaban el "arte de programarse". Se les enseñaba que nada era imposible. Sin saber que una no se podía realizar, estos ninjas procedían a hacerlo. 
Los ninjas tenían muchos servicios que ofrecer a los señores feudales del Japón. 

su especialidad: el asesinato y el miedo. Muchos señores de ciertas prefecturas japonesas, y en rivalidad con otros señores, usaban a los ninjas para realizar tareas que pondrían la carne de gallina a cualquier ser humano, incluso a un samurai. Un ninja podía entrar entre los guardias de una fortaleza, escalar sus muros, sortear y volver locos a los perros de guardia, realizar su trabajo (robar documentos o matar), y marchar sin dejar absolutamente ninguna pista. 

Su memoria visual y su sentido de la dirección y orientación era tan preciso, que con una mirada sabían por dónde escalar un edificio. Les permitía saltar desde un segundo o tercer piso y saber en qué rama debería caer para no estrellarse contra el suelo. Los tejados eran, para estos hombres, mero asfalto por medio de sus cuerdas de seda y ganchos que los colocaban en las cimas más altas de los edificios más difíciles y de las paredes más duras. Un experto en el arte podía, correr por un pasillo, entrar en una sala, saltar por una ventana y situarse en la parte superior de un tejado en cuestión de segundos. En el tejado era una sombra que formaba parte de la oscuridad de la noche. Desde allí, lanzaba sus dardos, dagas, sus "shuriken" y todo un verdadero arsenal de combate. No es de extrañar que fueran temidos. 

Perseguir un ninja suponía la muerte en el moventa por ciento de los casos.
 Podían desaparecer delante de los ojos del perseguidor..., siendo el picotazo de un dardo envenenado la siguiente sensación que el "osado" recibía. Raramente el ninja era capturado, y en tal caso, la captura duraba muy poco tiempo, pues estos guerreros dominaban las técnicas de escape de la misma manera que las de matar. Incluso cuando eran desnudados y despejados con su "fundoshi" eran capaces de buscar utensilios que les permitieran salir del lugar en donde se encontraban prisioneros. Podía esperar a salir escoltado por los guardas cuando iban a ser ejecutados y, en un momento, podía desaparecer por medio de utilizar sus ropas como una cuerda para escalar la pared más cercana, dejando atónitos a los guardas. 

 Sus técnicas no parecían muy ortodoxas para otras artes, pero su fin no era la plasticidad sino la funcionalidad de algo que podía salvarles la vida. Estos entrenamientos especiales abarcaban una serie de aspectos importantes y de todo punto vitales para la conservación de su vida. Ejercicios sobre equilibrio, agilidad, fuerza, resistencia, etc. 


Los estudiantes jóvenes tenían que andar sobre él, saltar, dar vueltas, sentarse, etc., sin perder el equilibrio y caer al suelo. Cuando la habilidad para mantener el equilibrio mejoraba, la altura a la que se situaba el tronco era cada vez más alta, lo que producía con el tiempo un sentido de seguridad en el estudiante. Perdía literalmente el miedo a la altura. Este entreamiento podía salvarle la vida en misiones futuras, al encontrarse en un tejado o similar. El entrenamiento para la agilidad comenzaba con hacer saltar a los estudiantes sobre una cuerda suspendida de dos enganches. La naturaleza del material de la cuerda hacia el ejercicio ligeramente más complicado de lo normal. Era un tipo de caña cubierta con puntas que provocaban dolor y hacían sangrar de forma fácil. En los niveles más avanzados y durante el entrenamiento en otras facetas, el estudiante podía saltar sobre esta cuerda, que era colocada en la oscuridad o en lugares secretos. Este ejercicio proporcionaba al ninja la maestría de salvar obstáculos que no podían ser evitados, excepto saltando sobre ellos. 

El ninja tenía que ser un verdadero corredor, no sólo para escapar de sus perseguidores sino para llevar una serie de información enviada por sus señores. Antes de alcanzar los años de la adolescencia, los estudiantes del ninjitsu tenían una capacidad asombrosa para correr con velocidad y durante mucho tiempo. Un sombrero de paja se utilizaba para conocer la velocidad de la carrera. Este se colocaba en el pecho del estudiante cuando corría. si la velocidad era suficiente y la correcta, el sombrero permanecía pegado al pecho, debido a la fuerza del viento. El estudiante que podía mantener esta velocidad durante largo tiempo adquiría una gran resistencia y aguante físico. Aunque un ninja entrenado podía correr muchos kilómetros seguidos, tantos como más de treinta, las distancias largas eran cubiertas en forma de relevos encadenados. De alguna manera esta resistencia influenciaba de forma directa la capacidad del ninja para correr y andar de forma silenciosa. El terreno afectaba, debido a sus características, este aspecto. La forma de moverse variaba si se estaba en área, hojas secas, hojas jóvenes, grasa o áreas con cierto tipo de porquería ciertamente ruidosa. 

El control de la respiración afectaba al método de correr y andar. Para ello el ninja aprendía a colocar su pecho de forma tal que le proporcionaba mayor toma de aire y, por consiguiente, le retardaba sustancialmente la aparición de la fatiga. Todos los ninjas entendían que debían desarrollar la mayor capacidad de fuerza que les fuera posible. Esta entranamiento comenzaba dejando suspendido al estudiante de una rama con unos cuarenta metros de caída al vacío... ¡exactamente debajo! El estudiante debía estar allí colgado sin hacer ningún tipo de movimiento al menos por una hora. esta práctica tenía que ser afrontada con una perfecta concentración mental, una voluntad firme, resistente al miedo. Los beneficios físicos de esto le permitía al ninja permanecer colgado de algún sitio, sin hacer un solo movimiento mientras que sus perseguidores estaban exactamente debajo de él. Por su puesto que mejoraba la fuerza en sus manos, dedos, hombros, etc. Este tipo de entrenamiento es lo que hizo que los ninjas fueran descritos como seres "no humanos". Ningún entrenamiento que pudiera ser útil para su profesión era rechazado. 

Durante su juventud los ninjas efectuaban preparaciones especiales para desarrollar un cuerpo único. Al ser jóvenes, cuando los huesos, ligamentos y tendones eran más flexibles se les enseñaba a estirar y a manipular las articulaciones de forma que pudieran sacar un hueso de su sitio y dislocarlo. Esta habilidad era frecuentemente utilizada cuando eran capturados. Si era atado, podía llegar a soltarse por medio de efectuar estas dislocaciones de huesos de forma correcta, provocándole un mínimo daño. Igualmente podía inspirar y hacer la parte del tórax más amplia de forma que, al echar el aire y relajarse, las ligaduras quedarán mucho más sueltas que cuando las habían puesto sus enemigos. 


Si era necesaario pasar por sitios muy estrechos, el ninja podía utilizar este mismo entrenamiento, es decir la manipulación de sus articulaciones. Este aspecto era de un incalculable valor cuando se encontraba en una situación de combate a mano vacía y su 
oponente le aplicaba una palanca o inmovilización. Por medio de las técnicas de dislocación podían escapar y reducir el daño. 

Igualmente usaban otro método muy interesante de desplazamiento, denominado "yoko-aruki" o "paso lateral". Por medio de esta técnica específica, el ninja cruzaba sus piernas de forma lateral y continua a su oponente. Las huellas dejadas tras de sí, al utilizar este método, no dejaban rastro de la dirección en que el ninja se había movido. Este tipo de desplazamientos se usaban igualmente para atravesar pasillos estrechos como corredores. 

El nadar era una de las habilidades más destacadas de los ninjas. Era entrenado para nadar grandes distancias, usaban técnicas especiales y a menudo debían nadar con peso sobre ellos, para lo que utilizaban una serie de flotadores inventados y hechos por ellos mismos cuando la situación lo requería. Por medio de brazadas fuertes el ninja era capaz de nadar contra la corriente o incluso cruzarla. Si estaba encerrado en algún lago con cañas o matorrales, usaba diversos tipos de brazada que le permitían salir de allí. Utilizaban una forma de nadar verticalmente, que les permitía el llevar cosas a través del agua sin mojarlas. Podía incluso escribir en el agua y evitar que el papel se mojara. 



Posteriormente utilizaban armas para la lucha subacuática. Esta capacidad les permitía nadar en forma silenciosa, tomar a un enemigo que estuviera en una barca., llevarlo al agua y allí eliminarlo de forma silenciosa. Igualmente podía permanecer casi de pie en el agua, lo que les daba una posición privilegiada para lanzar dardos, flechas etc., a sus enemigos. Los métodos de control de la respiración les permitían permanecer debajo del agua unos tres minutos sin ningún tipo de aparato. Sus conocimientos de la densdad del agua eran tales que sabían exactamente a qué profundidad deberían estar para que los disparos, lanzados desde el exterior, no les dañaran. 

La habilidad del ninja para controlar la respiración era usada mucho más que para correr, andar o nadar. Había veces en que el ninja, una vez situado en el terreno enemigo, debía controlar su respiración, pues el más ligero ruido de inhalar o exhalar podía suponer una 
espada o lanza atravesando la zona en donde se encontraba. Algunos ninjas reducían su capacidad de respiración por meio de la concentración. Otros utilizaban una pieza pequeña de algodón que hacía disipar los ruidos del aire en su boca o nariz. 

Era necesario para el ninja ser capaz de reconocer una serie de ruidos, y sus variedades, sin ver a la persona u objeto que los causa. Los ruidos efectuados por las puertas, por ejemplo, no sólo le decían al ninja las dimensiones específicas del lugar sino también la dirección de la entrada. El ninja era capaz igualmente de saber el número de personas que había en una habitación por sus respiraciones, pasos e incluso por el rozar de sus ropas con el suelo. Era capaz de distinguir por medio de la respiración, a una persona que duerme profundamente de una que duerme a medias de una que finge dormir y de la que lo hace de verdad. Sabía que una persona que simula el sueño está lo suficientemente tensa como para que su cuerpo emita ruidos de las articulaciones al menor movimiento, si existe una ligera tensión muscular. 



Su capacidad para entender el vuelo de los pájaros era asombrosa. Por medio de éstos sabía si había gente en un lugar o no. 

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